Sin duda la evolución de la pelota de fútbol ha sido uno de los cambios que ha beneficiado que este deporte mejorase considerablemente en cuanto a juego, ocasiones y goles.
No hay duda al respecto, la pelota de fútbol ha evolucionado mucho desde que hace tres siglos aparecieron las primeras versiones en el mundo de este objeto que daría lugar a una de las cosas más maravillosas que podemos de la historia de la humanidad, El Fútbol.
Nos gusta llamarlo Fútbol con mayúscula, porque detrás de este deporte se esconden las historias más bonitas, memorables e imborrables en la vida de la mayoría de nosotros. Aquel gol en el último minuto, el dolor de recibir un caño, la generosidad de dar una asistencia, la impotencia de una expulsión, el sacrificio cuando el compañero la pierde o el ánimo suficiente para que vulva a levantarse.
Su origen, unas vejigas de animales cosidas e infladas con la boca fueron suficientes para que las calles de los barrios de grandes y pequeñas ciudades se asombrasen con los primeros regates o las habilidades innatas que algunas personas parecían tener para majar tal objeto.
Pero estas primeras versiones de lo que hoy conocemos como balón de fútbol, duraban más bien poco, y serían los británicos en el viejo continente quien en los Siglos XVIII y XIX empezaron a utilizar cuero y corcho para la elaboración de las pelotas.
Cómo se perfeccionó la evolución de la pelota.
Ha pasado con todos los inventos, objetos y estrategias en la vida desde que se descubrió el fuego o se enseñaban las artes de la caza y posteriormente la guerra, el ser humano siempre busca perfeccionar todo aquello que toca.
El balón por supuesto no sería diferente, y durante los años ha sufrido diferentes modificaciones que han provocado que jugadores, técnicos y aficionados disfruten más si cabe hoy en día el fútbol que hace 3 siglos. La tecnología y la opinión de los actores del juego tendrían gran peso en la toma de decisiones para llevar a cabo estos cambios.
Uno de los grandes cambios en la evolución de la pelota se forjó como en sus inicios en Gran Bretaña, cuando en 1872, la Asociación de Fútbol de Inglaterra decidió que la forma dela pelota sería esférica, con una circunferencia de 68 centímetros, que el material utilizado sería el cuero, y que el peso de los balones hinchados oscilaría entre 396 y 453 gramos.
Pero estas primeras versiones del balón no eran ni mucho menos perfectas. En Inglaterra es muy común que llueva y los balones se llenaban de agua, por lo que su peso después del inicio del partido aumentaba considerablemente. Algunos jugadores sufrían incluso conmociones cerebrales tras cabecear el balón en un despeje o para rematar un centro al área que supusiese la victoria del equipo.
Pronto llegarían los primeros avances para facilitar la labor de los jugadores dentro del campo y favorecer la vistosidad del juego. Es así como en México 70 las pelotas se recubrirían de poliuretano para que los esféricos no redujesen la absorción de agua, pero no fue del todo posible. En el año 1986, otra vez en México, en la Copa del Mundo los jugadores harían sus regates, darían sus pases y marcarían goles con un balón completamente sintético.
El último gran cambio llegaría en 1998 con el mundial de Francia, en este año los balones dejaban de ser fieles al blanco y al negro para favorecer su visión en la T.V para dar la bienvenida a los balones de color y de diseño.
Es así como se ha vivido la evolución de la pelota que ha pasado de hacerse con vejigas de animales y cuero a incorporar tecnología capaz de trasmitirle al mundo entero y los millones de jugadores de la casa de apuestas, si ha cruzado la línea de gol o se mantiene el resultado del partido.